viernes, 3 de julio de 2009

Patricio Manns

Por Roxana Chiappa
Brindemos por la vida, por MuertePuta y la posibilidad de crear. Pato Manns eleva la copa, mientras sus ojos claros revisan las facciones de su nuevo libro “Diversos instantes del reino”, su novela número 12 (donde da vida a una aldea llamada “Muerteputa”).
Su pasado lo condena. Es un jardinero perfecto, no sólo de canciones, como lo reconoce la mayoría de los chilenos, sino también de ensayos, poemas, obras de teatro y sueños…
El año 2006 fue nominado al premio nacional de arte, mención música y la sociedad Chilena de Derecho de Autor (SCD) lo nombró figura fundamental de la música Chilena. Los premios no lo sorprenden. Humilde por naturaleza confiesa que ya esta preparando su próxima novela, que esta en varios proyectos musicales.
Las copas se vuelven a elevar y esta vez caminamos por una gran kalle, donde el requisito es la libertad para crear utopías y esperanzas…
¿utopías en esta época?
Me espeluzno…
¿Cuáles son tus motores de creación hoy?
Todo, todo… Todo es necesario…. Yo estoy lleno de música, yo tengo necesidad de explicar cosas… Por la mañana trabajo en la novela, por la tarde toco un pequeño teclado que me regalaron y paso de una cosa en otra…
Además yo escribo desde que tengo 8 años. Antes de ser cantautor, soy novelista.
De hecho, esta pasión por los libros la herede de mi madre que le encantaba leer ella era una educadora de párvulos que se pasó la vida instalando colegios para niños huérfanos. Ella me transmitió mucho ese compromiso con la gente más sencilla.
Manns pasó 30 años de su vida fuera de Chile, en Francia. La partida no fue voluntaria.
Hace 3 años que regresó y eligió Concón para cultivar sus nuevas creaciones. Un proceso prolijo que parte en la investigación, en la planificación, de su trabajo.
“Hoy quiere hacer un libro de 500 paginas”
El confiesa que le corre la baba cuando ve un ejemplar de estos, pues se alucina con las sensaciones que le puedan provocar.
“ojalá los jóvenes sintieran hoy un encanto por los libros, pues esto ayuda mucho a abrir el mundo”, se lamenta y sigue comentando la táctica que utilizó su madre para fomentar la lectura en su casa.
“había una repisa de muchos libros, algo así como tres mil, y mi padre puso un lienzo rojo y dijo: De aquí a la izquierda no se puede leer nada, solo esta permitido leer de aquí a la derecha. Esa fue una estrategia perfecta, porque hicimos todo lo contrario.
Fue genial y ahí yo descubrí el mundo. Además, fui testigo de una realidad que me estremeció”.
De pronto una interrupción. Un niño le toca la mano, Pato manns se sorprendió. Había una hilera de gente que quería saludarlo, él no se resistió. Antes tomó su copa, llegó el momento de celebrar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario